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zalmedina

Luis Lucia

Luis Lucia  nunca quiso cambiar de coche, se sentía cómodo y fuerte al lado de su Seat Málaga viejo y cansado. Aunque estos coches no conservaban el sabor de antaño de los Seat ciento veinte y cuatro y los Simca, todavía al pisar el pedal, el motor comenzaba a rugir y la carrocería del coche temblaba, fusionándose con el cuerpo y  con la música atronadora del cassette del coche. Además, con este Seat habia viajado con los amigos, había dormido en cunetas de mala muerte, justo después de una borrachera, y en la tapicería de detrás había probado las mieles del sexo por primera vez. No quería emprender el viaje a ninguna parte sin que lo acompañara su máquina cómplice que había vivido tanto junto a el, y como les pasa a los viejos elefántes, queria que el Seat Málaga le acompañara  en su ruta del olvido.

Poco a poco el hombre y la máquina fueron dejando la estepa de Belchite. Su destino: Las montañas olvidadas del sur de Teruel

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