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zalmedina

Epitafio por el cierre de la Taberna

 


Señoras, y señores: La taberna de Caldereros ha cerrado. No ha podido soportar el ímpetu de los tecnocratas que le obligaban a instaurar equipos sanitarios por no se que normativa. Estos funcionarios no entienden de el amor de un bar. Muchos de nosotros preferiamos tener diarreas durante varios días con tal de poder saborear el morro solitario y artesano aderezado de un vaso de vino adulterado de las planas. Cuantas fiestas, cuantas conversaciones desarrolladas. Desgraciadamente Caldereros se ha despedido de una de las últimas tabernas auténticas. El cierre del zorro fue un anticipio de lo que paso despues. El Bar Caldereros con la Julia y sus patatas bravas hechas con el aceite condensado descansó en paz. Luego nos dejo la Noche Roja, esa cueva de flamenco, de punkis y de guiñote, y ahora le ha tocado a la Taberna. Le brindo homenaje un poema de cosecha propia

Sede de sueños y veladas

Mezcla de vinos y licores

Estación obligada antes de la pernada

 

Seriedad enjuta del tabernero

Valedor de  pócima mágica con morro adulterado

Mirada desdeñada del gerente pregonero

 

Firme  atalaya de la calle Caldereros

Ultima estación de la calle perdida

Rodeado de Kos maquineros

Con tus manos de artesano, nos pregonas la salida

Racionero del Tocino, pescador de Almadraba

Con el semblante duro y taciturno

te muestras cómplice de la trama estudiada

Vive Dios que ya hemos perdido

el sabor de antaño siempre recordado

por mas que lo hayamos intentado

con tu marcha Caldereros es para siempre olvidado

Zalmedina

 

 

 

 

 

 

2 comentarios

Sergio Grao -

Suscribo las palabras del Mestizo

Mestizo -

SI es que nos hemos convertido en un país de gilipollas...
DEP