Blogia
zalmedina

Victor Jara

Victor Jara

Desde pequeño siempre me provocó cierta curiosidad explorar en el comedor de mi casa todos aquellos vinilos que mis padres tenían en la estantería. Cuando se marchaban de casa  aprovechaba para escoger alguno de ellos y en silencio escuchar las letras de aquellos autores desconocidos hasta entonces para mí. De todos ellos me emocionaban especialmente los discos de Mercedes Sosa y de Víctor Jara. No entendía de ideologías, pero sentía la voz potente y cautivadora de la tucumana y la eterna sonrisa del chileno. Más tarde comencé a comprender el mensaje de aquellas canciones que trasladaban la esperanza de una Latinoamérica más justa con los obreros y los oprimidos y que difundían un mensaje de amor y solidaridad frente a las dictaduras que imperaban en los países del cono sur. Cantantes como ellos insuflaron optimismo a la sociedad española durante los años setenta del pasado siglo, cansada de una dictadura que parecía que nunca iba a tener fin. Víctor Jara y otros muchos chilenos sufrieron la  tortura y  represión de la dictadura de Pinochet, impuesta a raíz de un golpe de estado al sistema democráticamente constituido. No contentos con dar muerte a Víctor Jara, los militares quisieron humillar y torturar personalizando en el cuerpo del cantante todo aquello que odiaban como la justicia, el optimismo ó la dulzura hecha canción. Mientras miles de personas estaban desaparecidas en Chile, Pinochet recibía la comunión, asistiendo  a ceremonias religiosas, abrazaba a su aliada  Margaret Thatcher y rendía pleitesía al ataúd  de Franco en su entierro en el faraónico Valle de los Caidos.

Aunque afortunadamente la sociedad española ha madurado y ha consolidado su sistema democrático, me sorprende que el eurodiputado del Partido Popular, el señor Jaime Mayor Oreja manifieste públicamente que con Franco se vivía bien. Avalar a Franco es avalar a Pinochet y todo lo que ellos representaban. Le recomiendo que escuche de vez en cuando las canciones de amor de Víctor Jara ahora que descansa en paz en su tierra y que se le ha quitado la máscara  de venerable anciano al  asesino  Augusto Pinochet.

1 comentario

iluminadossobran -

Cuanto falso y cantamañanas hay suelto por ahí. Otro ganapanes...