Cuba. Revolución y continuidad

Durante estos días se ha celebrado el 50 aniversario de la Revolución Cubana. Sin duda, nos daría mucho tiempo hablar de los cincuenta años de Revolución. En todo caso, nadie duda del carácter mediático de Fidel Castro y su capacidad de atracción de masas, bien en los inicios de la Revolución en su camino a la Habana acompañado de las cámaras de televisión o bien en los discursos ante las naciones Unidas.

Nadie cuestiona  los logros de la Revolución, tales como la educación, la sanidad, la autoestima o el principio de equidad y acceso a un empleo y vivienda. Siempre me han dado mucha grima los nacionalismos militaristas, que te dictan  desde la escuela que no eres individuo y que desde tu nacimiento formas parte de la nación y te debes a ella como principio universal. El régimen cubano  ha priorizado los principios de seguridad nacional,  la  unidad ante el invasor americano y la gloria de la revolución con banderitas en mano. Posiblemente para los latinos estos modelos de adoctrinamiento  gocen de cierta simpatía, ya que Cuba es el pais más Españolizado de la America Latina, pero el hecho es que en Cuba no se tiene  plena libertad de expresión, y el socialismo cubano tiene que sufrir reformas profundas para favorecer e incentivar la libertad de expresión, y para favorecer la inversión de capital interno ligado a la microeconomía. entre otras muchas cosas.Un estado socialista que tiene unos " hijos de la patria" que están sufriendo niveles de pobreza importantes revela el fracaso estrepitoso de un estado social.